Derivación desde Atención Primaria por edema progresivo y dolor incoercible en mano izquierda de 48 horas de evolución
Enfoque individual
Mujer de 36 años, sin antecedentes relevantes ni medicación crónica. Consulta derivada desde atención primaria por dolor incoercible y edema progresivo en mano y antebrazo izquierdos. Inicialmente, ante ausencia de vía de entrada clara, se plantearon múltiples diagnósticos diferenciales, incluso fractura oculta en contexto de posible conflicto doméstico, manteniéndose en observación. Posteriormente refirió corte accidental en pulpejo del 2º dedo con cuchillo cinco días antes.
Exploración: mano edematosa, dolor severo a la movilización. Herida mínima en 2º dedo sin signos de sobreinfección. Constantes estables. Analítica con ligera leucocitosis y neutrofilia; radiografía sin fractura. Tras reevaluación comienza eritema con trayectos linfáticos ascendentes y circulación colateral en antebrazo.
Enfoque familiar y comunitario
Reside en medio rural con pareja e hijos, convive con animales domésticos.
Juicio clínico, diagnóstico diferencial, identificación de problemas
Síndrome compartimental secundario a infección de partes blandas tras herida penetrante. Diagnóstico diferencial con celulits post-picadura, traumatismo con fractura oculta y trombosis venosa de miembro superior.
Tratamiento y planes de actuación
Se administraron AINE y corticoides intramusculares y se mantuvo en observación tras pruebas iniciales (analítica, radiografía y ECG con taquicardia sinusal).
Evolución
Tras leve mejoría inicial, presenta empeoramiento con dolor intenso y aparición de linfangitis ascendente y circulación venosa colateral. Ante mala evolución y falta de respuesta a analgesia, se solicita valoración urgente por Traumatología por posible síndrome compartimental en contexto de linfangitis aguda
Una herida mínima puede desencadenar infección grave con riesgo vital y funcional. El médico de familia debe reconocer signos de alarma como dolor desproporcionado, linfangitis ascendente y ausencia de respuesta a tratamiento, manteniendo la observación y derivando precozmente. Este caso resalta la importancia de la anamnesis dirigida, la reevaluación clínica y la coordinación entre Atención Primaria y hospital.